PINTURA IMPRESIONISTA
Claude Monet

'El estanque de Ninfeas' (1899)
El estanque de Ninfeas o nenúfares representa un antes y un después en su obra. Monet pintó este estanque un gran número de veces; de hecho, se convirtió en el tema más recurrente de esta última etapa de su carrera pictórica. Su casa con jardín en Giverny es el escenario, donde instaló un estanque con plantas exóticas que se convertiría en el modelo de sus famosos nenúfares. El estanque de Ninfeas se encuentra desde 1929 en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos.

'Impresión, Sol naciente' (1872)
Se trata del cuadro más famoso de Monet pues es el que dio su nombre al movimiento impresionista (Degas, Renoir, Cezanne...). Fechada en 1872, la pintura representa el puerto de El Havre, ciudad en la que el artista pasó gran parte de su infancia. Esta pintura al óleo sobre lienzo de 47 x 64 centímetros, se encuentra actualmente expuesta en el Museo Marmottan Monet de París.
Pierre-Auguste Renoir

'En été. La bohémienne' (1868)
Esta magnífica obra está ubicada en Berlín y representa a Lise Tréhot, la primera amante reconocida de Renoir. Se conocieron a través de un amigo en común. Él tenía 24 años y ella, 17. Compartieron una historia de amor desde 1865 hasta 1872, cuando ella le abandonó para casarse con un arquitecto. La postura, el físico y la indumentaria de Lise en esta obra no encajaban demasiado con los cánones de la época.

'La parisienne' (1874)
Muestra a una mujer joven con un vestido largo en capas de llamativo color azul oscuro. Su rostro se vuelve hacia el espectador mientras se pone los guantes. Originariamente, la pintura tenía como fondo una entrada en la esquina superior izquierda y una cortina en la esquina superior derecha, pero posteriormente fueron eliminadas por Renoir antes de su primera exposición.
Joaquín Sorolla

'Niños en la playa' (1910)
Sorolla acudía a menudo con su caballete a las playas de su Valencia natal ( El Saler, Malvarrosa ) para captar la esencia de la luz y la atmósfera mediterránea. En este caso los cuerpos desnudos de los niños son la excusa para tratar la luz y las sombras, los reflejos y el aire. Debes observar las sombras malvas, marrones e incluso blancas así como los maravillosos reflejos del agua sobre la piel infantil expuesta al sol.

'Saliendo del baño' (1915)
Radiante y luminosa esta escena con una madre y su hijito al borde del mar. El niño está cubierto por la blanca toalla con la que le ha embozado su madre, a la que mira con recelo, mientras ella contempla maravillada a su hijo, que le parece lo más bonito del mundo. La barca encallada, las olas y el bañista de la derecha componen un cuadro precioso de gran armonía cromática.
Edgar Degas

'La clase de danza' (1874)
Este junto a esta otra obra con el mismo título, que se encuentra de el Museo de Orsay, son las 2 pinturas de ballet más elaboradas que realizó el artista. Se trata de una escena imaginaria, en la sala de ensayo de la ópera de París. Muestra a unas niñas estudiantes de ballet con sus madres, que están en la sala con ocasión del día de examen.

'Después del baño' (1896)
En este ejemplo destaca la provocadora pose de la mujer, como si Degas hubiera atendido a los consejos de Duranty, sobre las cualidades expresivas de esta vista de espaldas. Cada vez se hace más difícil encontrar los justos términos que establezcan de manera correcta las relaciones entre la pintura y la fotografía. Ambas tienen dos puntos en común: la mirada y la superficie plana, es decir, un espacio que ya no es el de la vida.